Hay una fosa en el cementerio que tiene dos epitafios, el primero, que se supone de la mujer, dice así: "... Me morí con mucha falta de polvos..." y el segundo, presumiblemente del Marido pone: "... ¡Coňo, y yo con la picha exollá!... ", ¡Que diferente forma de ver las cosas!, Él, un pobre infeliz que no daba para más y que se fué al otro mundo feliz (o porque le ponía los cuernos) y ella, una mujer deseosa de sexo y que murió totalmente insatisfecha. Dos personas y dos puntos de vista con una percepción de la realidad muy diferentes y la mia, que soy quien lo cuento, la tercera. La verdad es que siempre tendemos a cargarnos de razones sin buscar en el otro esa complicidad, tan necesaria en la pareja, que de equilibrio y gozo a ambos. Y no nos proyectamos. ¡Que bonito sería mirarse en el espejo y ver en él el reflejo de la persona amada!.
amigo mío, bienvenido seas a este rincón de mis desvaríos