Es inevitable que en estas fechas en las que nos acercamos a la celebración del día de todos los Santos que es la fiesta por excelencia de la esperanzadora promesa de la vida eterna, florezcan encontrados sentimientos de todo tipo, de angustia, de añoranza, de amor, de Fe, de esperanza...
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Autorretrato Huertano |
próximamente se van a cumplir 3 años desde que mi Padre, rodeado de todos sus hijos, nos dejó entre esos últimos suspiros que jamás olvidaré, 3 años en los que el hueco de la ausencia se ha ido mitigando con ese poso de Amor que poco a poco ha ido aflorando con el paso de este breve pero intenso tiempo, 3 años en los que los hijos, casi a hurtadillas, hemos ido desempolvando sólo algunas cosas del ingente material, entre obra, escritos y demás enseres que dejó en los entresijos de su estudio..., posiblemente por el miedo y el temor que hemos tenido a adulterar aquello que mi Padre elaboró con tanta pasión y Amor a lo largo de sus muchos años de artista, y siempre con la angustia creciente de que cada día que pasa es un día que ahonda, aún más, su silencioso olvido. En su libro de registro, en el que anotaba todo lo relacionado con su creación artística y algún que otro comentario pleno de sentimiento, en una de sus últimas páginas apostilla, al final de las anotaciones que hizo de la exposición "SOLO PINTURA" que realizó en la sala Nicolás Almansa, lo siguiente: "...¡Murcia, que te he hecho para que me trates así!...", elocuente comentario que habla muy a las claras de la angustia y la desazón que invadió su alma los últimos años de su vida en su relación con el mundo del arte en Murcia y los medios que lo acompañan, aunque esa desazón jamás salió de las paredes de su estudio.
Es verdad todo lo que se ha dicho de él sobre su personalidad y sobre su carácter "...,jovial y divertido, imposible de dejarse amilanar por las circunstancias adversas..." como lo definió D. Pedro Soler, pero no es menos cierto que vivió su Pintura con la gran angustia de no poder verla aflorar por la falta de un cierto reconocimiento que él siempre creyó merecido y justo y con el inmenso dolor de que "su Murcia" a la que tanto amó, le fue dando la espalda hasta llegar a un doloroso olvido. Pero a pesar de todo mi Padre fue siempre fiel a su modo de entender el arte y por ende su pintura y no cayó nunca ni en las dependencias comerciales ni en las imposiciones por las tendencias artísticas del tiempo que le tocó vivir. D. Ramón Jiménez Madrid, crítico y escritor manifestó en diversos artículos su asombro ante el desconocimiento en Murcia de la figura pictórica de mi Padre: "...Muestro mi estupor de que apenas sea conocido en su tierra Murciana...".
Autorretrato con boina |
¡Quien sabe lo que nos deparará el futuro a cada uno de nosotros! o ¡que pasará al cabo de los años con la ingente obra de mi Padre que se alberga entre los paramentos inertes de su estudio!. Como hijo, sólo espero y deseo que algún día, toda esta obra que, según su propio sentir, es patrimonio de su Murcia, aflore y vea la luz encontrando ese rinconcico que mi Padre tanto anhelaba.
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