Pedro Castillo Ballester |
De vez en cuando te llegan noticias que te dejan ciertamente sin habla por esa gran incógnita que tenemos la mayoría de las personas, o por lo menos yo, ante aquello que intuyes pero que no conoces sobre aquello que habrá más allá de la vida. Yo que me reconozco con la necesidad de palpar para conocer aquello que quieren que me crea por un simple dogma de Fe...; he de confesar que, a lo largo de mi vida, esa necesidad de palpar y de sentir aquello que está hoy tan presente en lo más hondo de mi ser, se me ha presentado en un par de ocasiones con la misma certeza con la que os puedo decir que ahora mismo, mientras escribo estas líneas, estoy sentado delante del ordenador.
Este amigo y compañero de trabajo, Pedro Castillo Ballester, está en ese inevitable tránsito por el que todos tarde o temprano hemos de pasar, y en el que hemos de devolver todo ese préstamo de vida que nos dejaron en el momento de nuestra concepción, por Amor; y además con todos esos intereses que ha generado tanto por lo vivido como por lo amado.
Dios quiera que este momento no le sea gravoso para su persona y se pueda ir con la dignidad que todo hombre merece; pues el género humano no está hecho ni preparado para el sufrimiento; sino más bien para ser felices y para amar..., y amar sin límites..., y lo deseo de todo corazón como amigo y como persona.
Dios quiera que este momento no le sea gravoso para su persona y se pueda ir con la dignidad que todo hombre merece; pues el género humano no está hecho ni preparado para el sufrimiento; sino más bien para ser felices y para amar..., y amar sin límites..., y lo deseo de todo corazón como amigo y como persona.
Vaya por él, por Pedro Castillo, este momento de reflexión y de oración. Un abrazo querido amigo.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias amiga/o por mostrar tu inquietud y tus comentarios a lo que aquí aparece y por regalarme un poco de tu tiempo. Gracias.